Las mujeres en los espacios socio - religiosos afrocubanos: la Santería o Regla de Ocha


La Santería constituye la religión más popular en Cuba, y una de sus particularidades radica en que su comunidad está integrada por personas de diferentes géneros, razas y clases sociales [1]. Es decir, que no se puede considerar la Santería como una religión de minorías, ni étnicas ni sociales, ni tampoco como una religión hermética, dado que la ausencia de escrituras y jerarquías sagradas, originan pareceres más tolerantes y permeables que se encuentran en constante actualización [2].

A. Clark, afirma que la Santería es una religión de base femenina, donde lo femenino es lo normativo, al contrario que en las religiones de tradición judeo – cristiana [3]. Según esto, de todos los practicantes, se espera que asuman roles femeninos en la práctica religiosa. Esto se explica mediante dos ideas. En primer lugar, a toda persona iniciada en la Santería se la denomina iyawó (“esposa recién llegada”). En el rito de iniciación, esa persona se vincula con un orisha, masculino o femenino, del que pasa a ser omó (“hijo/a”); y también se relaciona con los demás miembros del ilé (“familia”), que es la casa religiosa a la que se pertenece tras la iniciación. Este iyawó o iniciado, se relaciona con los integrantes del ilé de la misma forma en que la esposa recién llegada se relacionaba en la sociedad yoruba tradicional con los demás miembros de su nueva familia. Es decir, que lo hace desde una posición de sumisión en la que rinde homenaje y pleitesía a los demás miembros, al tiempo que hace labores de servicio [4]

En segundo lugar, Clark nos dice que en el fenómeno de la posesión, que en Santería se conoce como montar santo, el santero o santera se coloca en actitud de total pasividad respecto a su orisha, comportamiento que responde a las características que denominamos femeninas en nuestra cultura occidental patriarcal. En sus propias palabras, “actúan como una esposa para recibir pasivamente la invasión y el dominio de sus esposos espirituales, los orishas”[5]. En suma, para Clark la Santería es una religión de base femenina en tanto que valoriza las virtudes y las prácticas femeninas. Pero ello es incompatible con el hecho de que, por ejemplo, se prohíba a las santeras el ejercicio de ciertos sacerdocios, así como la participación en determinados ritos durante sus años reproductivos o cuando están menstruando [6]. De esta manera, la tesis de Clark presenta dos problemas añadidos: primero, que la actitud de sumisión y servicio solo es femenina si se entiende lo femenino como docilidad, lo cual es cierto en el patriarcado occidental, pero no en la Regla de Ocha; y segundo, si ser iniciado o iyawó (“esposa recién llegada”, en la cultura yoruba tradicional), implica ser jerárquicamente inferior, de ese hecho no solo no podemos deducir que lo femenino sea valorizado, sino también normativo [7].

Si hacemos análisis del panorama religioso cubano, observamos que la mujer ocupa un papel de relevancia, tanto como practicante, como madre de familia transmisora de creencias [8]. Sin embargo, las mujeres desempeñan un rol secundario que se identifica con su posición en la vida social, y cuyas raíces hay que buscar tanto en las etnias en las que se desarrolla el componente original africano, como en el contexto social donde se reinsertaron y en el que el componente discriminatorio hacia las mujeres se habría visto vigorizado por la cultura de los conquistadores [9]. Todo ello, se vería reflejado en los niveles jerárquicos en que se estructura la Regla de Ocha, donde la mujer protagoniza un papel limitado, pero también trascendental. Es decir, que sí es cierto que no pueden acceder a los rangos más elevados de los sacerdocios, como en el caso del babalawo que realiza la adivinación del tablero de Ifá, y que se constituye – como otros – en un cargo exclusivamente masculino. Las mujeres tampoco pueden ser oriaté, sabio dentro de la Santería, aunque hay pruebas suficientes de numerosas mujeres que ocuparon este lugar en época colonial [10]; ni tampoco pueden tocar los tambores batá

En cambio, podemos referirnos a una función específica propia de las mujeres: la de apetebí, que en una de sus variantes se convierte en la ayudante personal del babalawo y realiza otras actividades de servicio a los orishas, como las ofrendas de comida, por ejemplo. En conclusión, sin la presencia de estos personajes femeninos, los rituales no pueden realizarse, de ahí, en gran medida, la esencialidad de las mujeres en la Santería.

Por último, cabe anotar la flexibilidad del género del sincretismo afrocubano, en el sentido en que las deidades orishas sincretizan en los santos católicos independientemente de si encarnan hombres o mujeres. Al respecto es paradigmático el caso de Changó (hombre), que sincretiza con Santa Bárbara (mujer). Asimismo, un santero puede ser omó (“hijo”) de un orisha femenino, y una santera de un orisha masculino. Y de hecho, en el fenómeno de la posesión, cada omó debe imitar la personalidad de su orisha: feminidad y coqueteo para el caso de Ochún, o agresividad y violencia para los casos de Changó y Oyá [11].

Por: Valeria M.



[1] LEYDI, Z. (2017). La importancia de las mujeres dentro de los espacios socio-religiosos en la Santería o Regla de Ocha-Ifá en La Habana. Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th. Women's Worlds Congress. Florianópolis.
[2] CASTELLANOS, G. (2009). Identidades raciales y de género en la santería afrocubana. La manzana de la discordia, Vol. 4, No. 1, pp. 63 - 72.
[3] Íbid.
[4] CASTELLANOS, G. (2009). Identidades raciales y de género en la santería afrocubana. La manzana de la discordia, Vol. 4, No. 1, pp. 63 - 72.
[5] Íbid.
[6] CEDEÑO, Y. (2014). Dime qué haces y te diré quién eres: Santería, mujeres santeras y representación social de sus funciones. Revista Contraponto, Vol. 1, No. 1, pp. 129-145.
[7] CASTELLANOS, G. (2009). Identidades raciales y de género en la santería afrocubana. La manzana de la discordia, Vol. 4, No. 1, pp. 63 - 72.
[8] CASTRO, M. M. (1996). Religions de origen africano en Cuba: un enfoque de género. Temas, No. 5, pp. 66-70.
[9] Íbid.
[10] LEYDI, Z. (2017). La importancia de las mujeres dentro de los espacios socio-religiosos en la Santería o Regla de Ocha-Ifá en La Habana. Seminário Internacional Fazendo Gênero 11 & 13 th. Women's Worlds Congress. Florianópolis.
[11] ROMEU, V. (2006). Estructura y discurso de género en tres deidades del panteón afrocubano. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, No. 48, pp. 105-114.

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